Saturday, April 9, 2016

IV Capítulo Provincial – Día 4

Jueves 7 de abril

Nuestro IV Capitulo Provincial, que oficialmente inicia hoy, comenzó con un día frio y lluvioso.  En la Capilla rezamos el “Veni Creator Spiritus.” Así empezó un nuevo capítulo de la historia de nuestra Provincia.  Tantas experiencias vividas en estos últimos seis años.  Unas alegres, otras tristes, otras esperanzadoras, pero todas coloreadas con el “bonito color” de la voluntad amorosa de Dios. En el desayuno tuvimos la visita del Arzobispo Gustavo García-Siller, Arzobispo de San Antonio Texas. quien de sorpresa llegó.  La sesión de la mañana nos reunimos en el salón capitular donde se nos dio una explicación del reglamento que se llevaría en este IV Capítulo Provincial.

A las 3pm nos reunimos en la capilla donde con la Palabra de Dios en alto iniciamos la procesión rumbo al salón capitular mientras cantábamos “El Espíritu del Señor lleno la faz de la tierra…”  Llegados allí, la entronizamos como centro de nuestro Capítulo. El P. Doménico Di Raimondo dio la bienvenida oficial al Arzobispo Gustavo quien expreso: “me siento feliz de estar aquí con ustedes y ser parte de este IV Capítulo Provincial y juntos abrirnos a las sorpresas de Dios en la esperanza, ya que esta, es el fruto de la fraternidad, y en la fraternidad es en donde las promesas de Dios se cumplen”.  Luego se dio la Palabra al P. Daniel Rivera, padre general de la Congregación, quien enfatizó: “esta tarde todos somos escritores de la historia Provincial.  Juntos estamos escribiendo su futuro y juntos trabajaremos para que las promesas de Dios sean realidad en las mociones del Espíritu Santo”.  La tarde fue de trabajo.

La Eucaristía fue presidida por el Señor Arzobispo Gustavo García-Siller, concelebrando los PP. Manuel Vázquez y Vicente Gutierrez.  En su homilía el Arzobispo nos dijo que nuestra vida Cristiana, no es un “sí” y un “no”.  Que no podemos creer en el Hijo sin abrirnos a la acción amorosa de Dios, la cual es nos es comunicada por medio del Espíritu Santo.  “Estemos”, dijo, “abiertos a la voluntad del Padre y a las mociones y consuelo del Espíritu Santo, ya que por El estamos convocados a la vida que da Dios trino en su misericordia. Sin Él andamos sin rumbo, sin saber a quién seguir, ni adonde ir.  Por lo tanto hermanos, recemos con humildad y digamos: ‘¿Jesús, a quién iremos si solo tu tienes palabras de vida eterna?’”