Martes, 5 de abril
El día inicio con las oraciones propias de la Congregación. Acto seguido
pasamos al refectorio para tomar el sencilo, pero delicioso desayuno preparado
por el personal voluntario del Apostolado de la Cruz. Luego vino la exposición
y la adoración ante el Santísimo. Por un buen rato nos internamos en nuestra
relación personal con Jesús Eucaristía.
9:30 am. El primer momento estuvo dedicado al lema Capitular “Ser
hermanos en Cristo Sacerdote, contemplativos en la historia y Testigos de la
misericordia”. La Hna. Mercedes nos expuso su sencilla, pero profunda interpretación personal de él, iluminando de
una manera novedosa esta triple diaconía para nuestro tiempo. En seguida presentó
las actitudes acordes a estas directrices de acción: disponer el corazón,
realizar juntos el discernimiento para la eficacia de la REM, generar
resonancia interna y externa, profundizar y encarnar los lineamientos de nuestro
pasado Capítulo General, velando por la fecundidad provincial y del Instituto. Luego
pasamos a considerar cuatro líneas o principios dinámicos: revitalizar la experiencia
de Dios, adquirir mayor madurez humana, reconstruir el ejercicio de la misión,
y la práctica del discernimiento. Nos hizo entender también la importancia de
vivir desde una perspectiva Trinitaria, como dinamismo de vinculación
místico-profético. Nuestros Padres, Félix de Jesús y Conchita vivieron y nos
educaron a vivir en ella y desde ella: “Dios, Dios, Dios”… Como diría S. Pablo,
“en El somos, nos movemos y existimos”. “En Ti vivimos”, del P. C. Flores,
S.J., nos hizo vibrar desde el corazón, esta misma convicción. Se hizo una pausa de descanso, seguida luego por
el segundo momento de reflexión: La vida consagrada no puede pensarse fuera de
la Stma. Trinidad; esta es ‘confessio Trinitatis’.
A las 12:00 entramos en el receso del mediodía para degustar el lunch y poder
luego ir a descansar.A las 3:30 pm., después del ‘break’, meditamos individualmente sobre el
‘como revitalizar nuestra experiencia de Dios’. Nos volvimos a reunir en el
salón para avanzar en la consideración del tema: recrear la unidad desde la
mística trinitaria. Para ello, terminamos de elaborar el “calidoscopio” (del
griego ‘kalos, eidos y skopeo, que significa, “observación de formas hermosas”),
mediante el cual llegamos a la mejor comprensión de que, a veces nuestra
realidad se vive fragmentada y/o la vemos así, y es necesario observarla desde
la presencia de lo divino en ella; de esta manera aprenderemos a apreciar la
belleza contenida en ella, a transparentarla y a trabajar por su unidad. Para
ello, es necesario disponernos en adquirir ‘la madurez humana’, disposición indispensable
para vivir una mejor vida común. Ella hay que vivirla con espíritu de comunión
(Cfr. LG #4 y VC #21), para que así la vida consagrada sea una elocuente
manifestación trinitaria.
A las 6:30 pm hicimos una breve pausa para pasar en seguida a la
celebración de la Eucaristía. Esta fue precedida por el Consejo Provincial en
gestión. Durante la homilía nos compartieron las dificultades y alegrías por
las que han atravesado durante este sexenio, aunadas o mezcladas con la
gratitud para con Dios por sus abundantes gracias. Al término nos fuimos al
comedor para compartir fraternalmente los alimentos. Finalmente concluyo el día
con tiempo disponible para realizar pendientes y satisfacer las variadas
necesidades.